A mi sobrino: esta es la manera que cambiaste mi vida

Y nunca me sentí más feliz y emocionada, hasta que te tuve entre mis brazos por primera vez.

No tengo la dicha de ser madre, he de suponer que el serlo es lo más hermoso que le pueda pasar a una mujer, porque he sentido algo muy similar, un amor tan puro e infinito que no había sentido jamás, no hasta que lo vi por primera vez y descubrí que el amor a primera vista si existe, sí, estoy hablando de mi pequeño sobrino.

Aun soy joven y no deseo formar una familia por el momento, tengo planes y sueños que deseo lograr antes de tan hermoso momento. Sin embargo, he sentido la mayor de las alegrías al saber que un nuevo integrante llegaría a la familia, tendría mi sangre y tal vez características mías y aunque no sería mío totalmente, he de confesar desde que me vio con esos hermosos y enormes ojos por primera vez, logró robarse completamente mi corazón.

1
  • Compartir en Facebook

Pasé meses imaginando su hermosa carita, sus manitas, sus pies y su frágil cuerpecito. Esperé con ansias poderlo cargar, cantarle, bañarlo y jugar con él, mimarlo cada día y cuidarlo, amarlo. Lo pensaba a diario, la bendición se volvió más mía que de nadie, a todo mundo comenté lo feliz que estaba de que llegara tan esperado día de conocer al bebé de la familia.

Ahora que por fin estas con nosotros, que puedo hacer todas y muchas más cosas de las que tanto esperé y soñé hacer, confieso que no hay nada que me haga más feliz que ello. Sólo deseo tener la sabiduría siempre para cuidar de ti, aconsejarte y guiarte. Sé que aprenderé más de ti que tú de mí, porque aun así tan chiquito e indefenso ya me has enseñado lo que es el verdadero amor, lo feliz que se puede llegar a ser y lo agradecida que uno debe ser con la vida por tan divinos regalos como tú.

Amo que me ayudes a desarrollar mi imaginación cuando te he de contar un cuento, mis dotes artísticas cuando te he de cantar y mi creatividad cuando me las he de ingeniar para que pares de llorar. Poco a poco te vas convirtiendo en el hombrecito de mi vida, aunque a decir verdad, ya lo eras desde antes de conocerte. Es increíble como un ser tan chiquito puede hacerte sentir tanto y puede hacer que quieras ser mejor persona solo por él.

Sin duda alguna eres mi motivación de todos los días. Siempre querré lo mejor para ti y a medida de mis posibilidades trataré de dártelo o de aportar junto con mamá y papá. Quisiera decirte que deseo verte ya grande pero no es así, quiero que sigas siendo mi niño, mi pequeño pedazo de corazón.

No eres mi hijo pero te quiero como si lo fueras, eres una personita que me hace sumamente feliz, ni siquiera podrías imaginar cómo has venido a cambiar mi vida pero lo has hecho de la mejor manera. ¡Gracias! Por llegar justo a tiempo en el momento exacto. Te quiero mi hombrecito y siempre ha sido así desde que estabas en la pancita de mami, así que ya te imaginarás cuanto amor tengo acumulado.

Esta historia apenas comienza, nos falta muchísimo por escribir juntos, porque así es como quiero que crezcas, tomado de mi mano siempre.

Con amor, tu tía.

Comparte si te identificaste.

Fuente: porquenosemeocurrio


Suscríbete gratis y recibe nuestros artículos en tu correo