Creador de la ‘Ballena azul’ revela por qué incitó al suicidio: “estaba limpiando la sociedad”

Philip Budeikin, el creador del popular reto la ‘Ballena azul’ aceptó la culpa por los suicidios que incitó; fueron más de 130 jóvenes las víctimas del ‘juego’ en línea la Ballena azul (Blue whale).

Pero lo más intrigante de todo esto es el motivo que lo llevó a ser uno de los criminales más famosos de la última década, pues él cree que le estaba haciendo un favor al mundo:

“Sí, realmente lo hice. Ellos murieron felices, les di lo que no tenían en esta vida: comprensión, comunicación y calidez”.

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El joven de 21 años, de procedencia rusa, fue detenido el 15 de noviembre de 2016, y afirmó que tuvo el poder de decidir a quién salvar, pues recibía las solicitudes de suicidio por medio de la plataforma en línea, por lo que podía detenerlos o impulsarlos hacia el suicidio.

Lo que más preocupó a todos fueron sus declaraciones finales, pues dijo:

“Estaba limpiando nuestra sociedad”.

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Consultado por el medio ruso Saint Peterburg, el chico explicó que dividió a las personas que participaban en el juego en dos grupos: gente y ‘residuos biodegradables’, y dijo:

“Ellos (estos últimos) son los que no tienen ningún valor para la sociedad, o solo le harían daño. Estaba limpiando nuestra sociedad de tales personas”.

Según su creador este ‘juego’ inició en el 2013 con el ‘F57’, uno de los nombres del ‘grupo de la muerte’ de la red social VKontakte, parecido a Facebook.

El ruso cuenta con un pasado desordenado, pues estudió psicología pero fue expulsado de la universidad antes de concluir; sin embargo se desconoce su historial de análisis psicológico, y qué transtorno tiene como para haberse convertido en un criminal.

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Se sabe que “Blue Whale” planta la semilla de los pensamientos suicidas en las mentes de los jóvenes con imágenes de un tren que se aproxima, titulado, ‘Este mundo no es para nosotros’; además de fotografías de adolescentes en un techo, reclamando ‘Somos hijos de la generación muerta’.

La dinámica consistía en poner a prueba a los niños y jóvenes por 50 días. Cada día era un reto diferente y debía certificarse tomando una foto y enviándola como prueba de que el reto estaba cumplido.

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Los desafíos no tenían límites, pues algunos consistían en despertarse de madrugada y mirar videos de terror o herirse el brazo con una navaja; y en el último desafío (día 50) llegaba el final que todos conocemos: el suicidio, en el que se incitaba al participante a aventarse de algún balcón o precipicio.

Fuente: laguiadelvaron


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