Descubren una neurona gigante que envuelve todo el cerebro

Este podría ser el lugar en el que cobra forma la consciencia, aseguran los científicos

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El “Pienso, luego existo” de Descartes fue el lema que elevó la consciencia al primer plano de las preocupaciones filosóficas. Descartes destacó la facultad del hombre de captar su propio pensamiento y se interrogó, además, acerca de la existencia física de la conciencia. Durante siglos, la ciencia se ha hecho las mismas preguntas: ¿Qué es la consciencia? ¿De dónde procede?

Ahora un grupo de científicos del Instituto Allen para la Ciencia del Cerebro de Seattle cree haber hayado la respuesta.

Los neurocientíficos han detectado una neurona gigante que envuelve toda la circunferencia del cerebro y que podría ser la raíz de la consciencia.

El equipo responsable del hallazgo presentó en una reciente reunión de BRAIN un trabajo en el que describen tres grandes neuronas inadvertidas en el cerebro de un ratón. Entre ellas destaca una que se extiende por ambos hemisferios, envolviendo toda la circunferencia del cerebro como si fuera una “corona de espinas”.

Las tres emanan del claustrum, una fina e irregular lámina de neuronas que se cree responsable de las interacciones entre los hemisferios del cerebro.

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Hace ya una década, los neurocientíficos Christof Koch y Francis Crick sugirieron que el claustrum, ubicado debajo del neocórtex, casi oculto, podía ser una especie de director de orquesta que integraba todas nuestras percepciones externas e internas en una sola experiencia unificadora. Aunque solo es una hipótesis, casos particulares ocurridos en los últimos años dan fuerza a la sospecha de que es ahí donde tiene su origen el pensamiento consciente.

Uno de ellos sucedió en 2014. Una mujer de 54 años se apuntó al Colegio de Médicos de la Universidad de George Washington para un tratamiento de epilepsia. Los doctores, para ver si podían reducir sus convulsiones, le aplicaron pequeñas descargas eléctricas a través de electrodos en diferentes regiones cerebrales. Cuando el impulso eléctrico se dirigía al claustrum, se dieron cuenta que eran capaces de “apagar y encender” su conciencia.

“La mujer perdió el conocimiento, dejó de leer y miró fijamente al espacio, no respondió a los comandos auditivos o visuales y su respiración se desaceleró. Tan pronto como la estimulación se detuvo, inmediatamente recuperó la conciencia sin recordar el suceso. Lo mismo ocurrió cada vez que el área fue estimulada durante dos días de experimentos”, contó Helen Thomson, una de las científicas que condujeron las pruebas, a New Scientist.

Cuando se estimuló eléctricamente el claustrum, la mujer perdió el conocimiento, dejó de leer y miró fijamente al espacio. Luego lo recuperó sin recordar nada

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Las tres enormes neuronas identificadas ahora por los investigadores del Instituto Allen, con Koch a la cabeza, emanan de esa misteriosa región. El hallazgo parece reforzar la teoría de que ahí, en el claustrum, podría estar la raíz de la consciencia.

Su hallazgo suma una pieza al puzzle que intenta desentrañar cómo se relaciona la experiencia humana con el pensamiento consciente. No significa que la hipótesis del claustrum como el “director de orquesta” de la consciencia haya quedado validada —más cuando la existencia de esa enorme neurona que envolvería el cerebro aún no se ha probado en humanos—, pero supone un paso más en el camino de averiguar los orígenes del acto psíquico por el que nos percibimos a nosotros mismos en el mundo.

Fuente: playgroundmag


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