En 8 meses ningún hombre le ofreció asiento a esta embarazada. Cuando él lo hizo, ella sacó esto del bolso

Dolor de cabeza y de vientre, entumecimiento, hormigueo, dolor de espalda, molestias en las piernas, nauseas. No son pocas las molestias comunes durante el embarazo que todas las mujeres deben sobrellevar. Imagina ahora que, aparte de estas molestias, deban tomar cada día el transporte público durante más de 30 minutos para ir al trabajo.

Esto es justamente lo que Yvonne Lin tuvo que pasar durante sus dos embarazos. Cuando esperaba a su primer bebé llevaba siempre consigo una tarjeta de agradecimiento para darla al primer hombre que le cediera el asiento en el tren camino a su trabajo o a casa; esto, sin embargo, jamás sucedió y la tarjeta nunca pudo cambiar de dueño. En cambio, todas las veces que alguien le cedía el asiento era una mujer, en su mayoría latinas y negras.

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Para su segundo embarazo, esta diseñadora de 38 años de edad, pensó que una tarjeta ahora no era suficiente y que tenía que mejorar el premio en su experimento social. Fue así que llevaba siempre en su bolso una estatuilla de bronce de 17 centímetros que muestra al que parece ser Hulk con una placa en la que se puede leer: “1° CHICO DECENTE. Primer hombre en ofrecer en asiento en el tren a una mujer embarazada en dos embarazos”.

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“Pensé, ‘¿sabes qué?, vale la pena cargarla”, comenta Yvonne. Inclusive ella se vestía de forma que su embarazo fuera obvio para aumentar las probabilidades de que su experimento tuviera éxito.

Ocho meses tuvieron que pasar antes de tener éxito. Yvonne estaba a punto de perder la esperanza cuando Ricky Barksdale le cedió su asiento.

“Me miró, parecía super sobresaltado y avergonzado”, recuerda ella. “de inmediato se levantó y dijo: ‘Por favor, toma este asiento, apenas me di cuenta'”

Gratamente sorprendida aceptó la oferta, entonces le dio la estatuilla en agradecimiento. Barksdale estaba “adorablemente dulce y avergonzado”, según cuenta Yvonne.

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Él, por su parte, estaba impresionado de saber que era el primer hombre en cederle el asiento en casi dos años, y no sentía que merecía ningún reconocimiento especial por hacer lo que cualquier persona hubiera hecho y actuar de manera razonable.

Yvonne espera que su experimento cree conciencia entre la gente y que aprendamos a ser más amables con otras personas, embarazadas o no. Ayudemos a esta chica a lograr su cometido compartiendo esta historia, con suerte lograremos avanzar y cambiar la mentalidad de la gente para bien.

Y tú, ¿alguna vez has estado en una situación similar a la que Yvonne vivió durante casi dos años, crees que deberíamos ceder el asiento en estos casos?

El trabajo más duro de los niños es 
aprender buenos modales sin ver
 a su alrededor ninguno. 

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Fuente: porquenosemeocurrio


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