Las actividades físicas nos ayudan a mantenernos sanos y a vivir más tiempo, sin embargo, ejercitarse demasiado puede ser muy dañino. Entonces, ¿cuánto tiempo debe pasar una persona en el gimnasio? Para un principiante, asistir al gimnasio dos veces por semana durante 3 a 4 meses será suficiente.
Pero esta historia habla de una chica llamada Erin, de su adicción al ejercicio y de cómo esa adicción ha influido en su vida.
Erin se ejercita casi 8 horas al día, corre, levanta pesas, toma clases de spin, etc.
En una entrevista, señaló que no se cansa y no se siente dolor. Dijo que fácilmente cancelaría sus planes o citas sólo para hacer más ejercicio. “Ha estado controlando mi vida, simplemente no puedo parar”.
Erin ha practicado gimnasia desde que tenía 7 años.
Al principio, Erin pasaba 3 horas al día haciendo ejercicio, comía bien y tenía suficiente tiempo para descansar. Pero cuando una memoria reprimida resurgió a la luz, comenzó a entrenar más.
La madre de Erin señaló que, en toda su vida, su hija sólo había faltado a una sola práctica debido a una fiebre alta.
Más tarde, Erin comenzó a participar en maratones y triatlones. Y nunca faltó un solo día.
Una vez Erin se rompió la espalda, pero tres días después ya estaba de vuelta en la pista.
Erin dice que en los últimos años, el ejercicio ya no le ha proporcionado la adrenalina que solía darle.
Su día comienza a las 5:00 am, ella se despierta y va a trabajar. Después del trabajo ella pasa 2 horas haciendo spin, entonces come algún bocado, y después otra comida. Después de más ejercicio, se acuesta a las 2:30 am. Y al día siguiente, lo repite todo otra vez.
También sufre de un trastorno alimenticio. Ha estado luchando con la dismorphia desde que tenía 15 años.
Los médicos dicen que la condición de sus músculos ha empeorado debido al ejercicio constante y el nivel de los glóbulos blancos en su sangre es inquietantemente alto. Además, Erin podría tener un corazón agrandado.
Ella sabe bien qué provocó su obsesión… Erin fue abusada desde los 6 hasta los 10 años de edad.
Ella dice que ejercitarse es una forma de olvidar esa pesadilla.
Cuando su mamá, Bárbara, la vio en el aeropuerto, apenas la reconoció debido a la delgadez de su rostro y cuerpo.
Desde entonces, Barbara ha tratado de convencer a su hija de buscar una rehabilitación.
Cuando la gente le pregunta a Erin: “¿Por qué no puedes tomar un día libre?”, ella responde: “No puedo, es una adicción”.
Fuente: perfecto.guru