La jinete se retira de los Olímpicos en Río para salvar la vida de su caballo

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La mayoría de los deportistas profesionales tienen un sueño: Ir a los juegos Olímpicos.
Imagínate entrar a la arena frente a una gran cantidad de público y participar contra los mejores que hacen lo mismo que tú haces.

Luego imagínate llegar hasta los Olímpicos y luego tener que regresar a casa sin poder participar.
Justamente eso fue lo que le ocurrió a atleta de doma ecuestre holandesa Adelinde Cornelissen. Ella desde antes ha ganado varias medallas en los Olímpicos y en los mundiales. Este año su meta era ganar medalla de oro con su caballo Parzival.
“Los primeros días en Río todo salió como lo habían planeado: el vuelo estuvo relajado y en el entrenamiento nos fue bien”, escribió Adelinde en Facebook y siguió:

“Parzival se siente feliz y está en buena forma.”

Pero cuando llegó la hora de participar todo se convirtió en una pesadilla. En la mitad de la arena, con miles de personas en el público, Adelinde Cornelissen alzó la mano, paró y dio las gracias.

Mira aquí abajo para ver la fuerte razón de por qué Adelinde tomó esta inesperada decisión…

Adelinde Cornelissen ha trabajado muy duro durante varios años para llegar a los juegos Olímpicos en Río de Janeiro. Con su caballo Parzival ellos eran uno de los favoritos para ganar en doma.

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Desafortunadamente un insecto venenoso mordió a Parzival en la cabeza unos días antes de que el concurso empezara. La cabeza del caballo se hinchó y su temperatura de cuerpo subió.

Los veterinarios hicieron todo lo posible para bajarle la fiebre.

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Adelinde trató de hacer todo lo posible para que los organizadores cambiaran el día de cuando le tocaba participar al equipo holandés, para que Parzival tuviera algunos días más para recuperarse. Pero los organizadores rechazaron su petición.

“En este momento sentí que no quería participar más… ¡La salud de Parzival era lo más importante en el mundo!”, escribe Adelinde en Facebook.

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El día antes del concurso Adelinde se quedó toda la noche con su caballo.

“Yo dormí en el establo, lo controlaba cada hora, no lo iba a dejar solo”, escribe Adelinde y sigue:

“Afortunadamente su temperatura había bajado a 37,5 grados el día siguiente. Y la hinchazón también se había reducido.”

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Parzival estaba mucho mejor. Cornelissen no quería decepcionar a sus compañeros de equipo y como los veterinarios le habían dicho que podía participar decidió competir en el concurso.

“La fiebre había desaparecido, lo que significaba que el veneno del insecto ya no estaba en la sangre. Él todavía tenía un poco hinchada la mandíbula, pero le poníamos frío y la hinchazón prácticamente había desaparecido. Así que decidimos intentarlo.”

Pero cuando ella salió con su caballo a la arena inmediatamente sintió que algo estaba mal.

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Adelinde subió la mano y pidió parar el concurso, mientras que el público estaba muy sorprendido con todo lo que estaba pasando, según  Hippson.

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“Cuando salí sentí que él ya estaba dando todo lo que podía y como es un luchador él nunca se vence.”

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“Pero para protegerlo me rendí. Mi amigo, mi compañero, el caballo que lo ha dado todo por mí toda su vida no se merece que lo ponga en peligro… Así que sólo saludé y me retiré de la arena.”

Ahora Adelinde no va a competir más durante estos juegos Olímpicos y probablemente son los últimos Olímpicos de Parzival, ya que él ya tiene 19 años. Una decisión difícil, pero correcta.

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Nada iba a hacer que Adelinde arriesgara la vida de Parzivals, ni una medalla de oro de unos Olímpicos.

Por favor comparte la historia de Adelinde si tú igual opinas que ella se merece una medalla, por tener un corazón de oro.

Fuente: newsner




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