Maltrato a los hombres, ¿una realidad silenciosa?

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Maltrato a hombres: cómo detectar las señales

La violencia doméstica contra los hombres es una realidad silenciosa. Aunque las cifras en España no son comparables a las de los casos en los que las mujeres son las víctimas, sigue estando ahí, marcando la vida de muchos hombres, especialmente si pensamos que la vergüenza y la incomprensión por parte de su círculo más próximo y de la sociedad en general, provoca que muchos de estos casos no lleguen a hacerse públicos.

Si eres un hombre y tu relación no funciona, no siempre es fácil de identificar si estás siendo víctima de violencia doméstica. No obstante, las señales de la violencia doméstica son reconocibles y te pueden ayudar a saber cuándo necesitas ayuda.

La violencia doméstica contra los hombres puede adoptar muchas formas, incluyendo el abuso emocional, sexual o físico además de las propias amenazas de cualquier tipo de abuso. Estas circunstancias pueden darse tanto en relaciones heterosexuales, como entre personas del mismo sexo.

Para uno mismo no es fácil reconocer cuando una relación se malogra y empieza la violencia doméstica. La pareja que al principio nos parecía atenta, generosa y protectora, puede revelarse controladora y aterradora más adelante. Inicialmente, el abuso puede aparecer como incidentes aislados, tras los que tu pareja podría disculparse y prometer no hacerlo de nuevo.

En otras relaciones, la violencia doméstica contra los hombres puede llegar a incluir riñas en las que ambas partes se propinan bofetadas o se dan empujones, y en la que ninguno de los dos se ve a sí mismo como víctima de abuso o maltrato. Pese a todo, este tipo de violencia puede devastar una relación, causando daños tanto físicos como emocionales.

A continuación te damos unas pautas para detectar esos comportamientos anómalos que son señales claras de que tu pareja está ejerciendo sobre ti algún tipo de violencia doméstica.

Puedes estar experimentando violencia doméstica si tu pareja:

  • Te insulta, o maltrata verbalmente
  • Te impide ir a trabajar o estudiar
  • Hace que dejes de ver a familiares o amigos
  • Trata de controlar tus gastos, dónde vas o la ropa que llevas puesta
  • Se muestra celosa o posesiva y te acusa constantemente de ser infiel
  • Se enfada cuando consume alcohol o drogas
  • Te amenaza con ejercer algún tipo violencia sobre ti o con algún arma
  • Te golpea, patea, empuja, abofetea, estrangula o hiere de cualquier otra forma a ti, tus hijos o tus mascotas
  • Te obliga a tener relaciones sexuales o realizar alguna práctica sexual en contra de tu voluntad
  • Te culpa por su comportamiento violento o te dice que te lo mereces

Si eres homosexual, bisexual o transgénero, también puedes estar experimentando la violencia doméstica si tienes una relación con alguien que:

  • Amenaza con contar a tus amigos, familia, colegas de trabajo o miembros de tu comunidad, tu orientación o identidad de género
  • Te dice que las autoridades no van a ayudar a una persona homosexual, bisexual o transgénero
  • Te dice que dejar la relación significa que admites que las relaciones entre homosexuales, bisexuales o transgénero son pervertidas o aberrantes
  • Justifica el abuso diciéndote que no eres “realmente” homosexual, bisexual o transgénero
  • Se justifica diciéndote que los hombres son, por naturaleza, violentos

Si reconoces alguno de estos comportamientos no dudes en solicitar ayuda para romper el ciclo sin importar la fase en la que te encuentres. Las situaciones de abuso o violencia doméstica suelen seguir un patrón reconocible:

  1. Tu pareja te amenaza con ejercer algún tipo de violencia sobre ti.
  2. Tu pareja abusa de ti o te golpea.
  3. Tu pareja se disculpa, promete cambiar y ofrece regalos.

Este ciclo se repite, aunque típicamente, la frecuencia con la que se da cada fase se incrementa y la gravedad de cada una es mayor con el tiempo. Es vital tratar de cortar este ciclo cuanto antes.

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La violencia doméstica suele ocasionar depresión y ansiedad. Puede empujarte al abuso del alcohol o las drogas o a otras conductas autodestructivas. Como indicábamos antes, dado que se considera que los hombres son físicamente más fuertes que las mujeres, son menos propensos a reportar la violencia doméstica en su relación heterosexual debido a la vergüenza. También es posible que se preocupen porque la relevancia de los abusos se reducirá al mínimo por el mero hecho de ser un hombre. Del mismo modo, un hombre que está siendo víctima de abuso por parte de otro hombre, podría ser reacio a hablar sobre su problema debido a cómo se refleja en su masculinidad o porque no quiere exponer su orientación sexual.

Si buscas ayuda, también puedes tener que enfrentarte a una escasez de recursos para los hombres víctimas de violencia doméstica. Los servicios médicos y otros contactos puede que incluso pasen por alto preguntar si el origen de tus lesiones es la violencia doméstica, lo que hace aún más difícil revelar estos casos de abuso. También es posible que temas comentar tu caso con alguien por si acabas siendo acusado de una conducta parecida para con tu pareja.

Ante todas estas circunstancias y dificultades debes recordar que si estás siendo víctima de violencia doméstica, abusos o maltrato de cualquier tipo, no tienes la culpa y puedes acceder a ayuda a través de servicios de asesoría legal como el nuestro, gabinetes de apoyo psicológico, o asociaciones de víctimas, además, lógicamente, de poder acudir a los cuerpos y fuerzas de seguridad a interponer una denuncia. Lo primero y más importante es reconocer tu situación y tener la voluntad y la decisión de querer cambiarla.

Petición en favor de todas las víctimas de maltrato

Hoy compartimos con vosotros la petición que Nacho Prieto ha abierto en www.guiaongs.org en favor de promover cambios en la legislación sobre violencia de género para que ampare a todas las víctimas, sin importar su condición sexual, y para concienciar a la sociedad sobre esta lacra que afecta a nuestra sociedad a diario.

La necesidad de una protección efectiva de las mujeres maltratadas, que elimine este problema de nuestra sociedad y que ayude a concienciar a la ciudadanía en la lucha contra estos delitos, no debe justificar la desprotección de los hombres víctimas de casos parecidos. Lógicamente, no se trata de dejar a las mujeres desamparadas, muy al contrario, sería deseable conseguir el mismo grado de protección para todas las personas sometidas a circunstancias parecidas.

Es muy sencillo apoyar la petición, únicamente hay que entrar en esta página rellenar tus datos y firmar la petición haciendo clic en el botón correspondiente.

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Fuente: hombresmaltratados


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