No se necesitan pruebas de ADN si se tiene esto.
Desde que soy pequeña, siempre me han dicho que soy igualita a mi papá. En los gestos, en mi genio, en todo, y la verdad no me desagrada para nada, ya que él es un modelo a seguir. Somos iguales a nuestros padres y eso mismo demuestra el príncipe Harry cuando sostiene el cuerpo de un pequeño niño enfermo en sus brazos. Lo que hace después prueba de todas maneras que es el hijo de Diana, ¡no se necesitan pruebas de ADN!
Lo queramos o no, nos parecemos mucho a nuestros padres. Sólo hay que ver al príncipe Harry haciendo lo mismo que su madre.
El corazón del príncipe Harry por los heridos refleja la compasión y preocupación de su difunta madre, la querida princesa Diana. Ella no temía abrazar a los oprimidos en sus visitas secretas a los hospitales, como lo hizo el príncipe Harry hace poco.
Digo, hay que recordar que fue una de las primeras celebridades en ser fotografiada junto a una persona infectada con el virus VIH, lo que contribuyó enormemente a cambiar la opinión pública sobre los enfermos de sida.
Hace poco el Príncipe Harry conoció a Ollie Carroll, un niño de 6 años que lucha contra una enfermedad terminal llamada “enfermedad de Batten”. Ollie ganó el Premio al niño más inspirador en los “Wellchild Awards”, donde reunió la fuerza para ponerse de pie por su propia voluntad, provocando lágrimas en sus padres.
Los padres de Ollie, Lucy y Mike Carroll dijeron que la reunión fue “mágica” y creen que su hijo formó un vínculo inquebrantable con el príncipe ese día. Ollie sigue recibiendo tratamientos médicos junto a su hermana, Amelia, de 3 años, quien también fue diagnosticada con la misma enfermedad.
Los Carroll más tarde escribieron una carta al príncipe, actualizándolo de la vida de sus hijos y agradeciendo por su incondicional apoyo.
Durante el tratamiento más reciente de Ollie y Amelia , el príncipe Harry mismo caminó a través de las puertas para registrar a los niños. Él acunó a Ollie en sus brazos, hizo reír a Amelia, y lo más importante, le dio a la familia un feliz recuerdo que siempre será apreciado.
Ahora, tienes que ver esta fotografía de la visita de la Princesa Diana a un hospital en Lahore, Pakistán, en 1996 (un año antes de su trágica muerte) donde fue su famosa fotografía acunando un paciente con cáncer.
Son igualitos.
La princesa de Gales, en ese tiempo, se conmovió hasta las lágrimas mientras acunaba al niño enfermo en sus brazos.
La lucha sigue siendo la misma, pero es hermoso e inspirador a la vez que su hijo siguiera sus pasos.
“Durante una hora, el príncipe Harry se sentó con nosotros hablando y jugando con nuestros niños, riéndose y haciendo recuerdos” escribió la familia Carroll. “Lo mismo que nuestros hijos quieren más en la vida, ser felices y divertirse”.
Esos momentos son los que realmente valen la pena.
¿Qué piensas de la similitud entre madre e hijo?
Fuente: upsocl/ Josefina Pizarro