Después de tener la conversación, lanzaron a un hombre por el balcón
Podría ser perfectamente una película de Santiago Segura, pero es una historia real que ha ocurrido en Victoria, Australia.
Una cámara de seguridad ha captado a tres amigos sordos con discapacidad mental planeando un asesinato en lenguaje de signos.
Georgia Fields, Jake Fairest y Warwick Toohey fueron captados por las cámaras distribuidas en el edificio donde vivía Toohey. Este último compartía piso con Robert Wright, un hombre que, pocos minutos después de la conversación, fue arrojado por el balcón de su apartamento en un incidente que acabó con su vida.
Esto ocurrió el 15 de enero de 2015, y hasta ahora no se habían esclarecido unos hechos que parecen tomar forma. En la actualidad, los tres acusados tendrán que vérselas con una audiencia especial del Tribunal Supremo, que tendrá en cuenta sus discapacidades antes de dar un veredicto.
La conversación captada, en lenguaje de signos, fue la siguiente:
Georgia Fields: ¿Lo quieres vivo o muerto? ¿Y cómo quieres que muera?
Jake Fairest: Puedes estrangular su cuello, ¿qué te parece?
Warwick Toohey: No lo veo. Es un método muy arriesgado.
Georgia Fields: ¿Y si lo tiramos por el balcón?
Toohey y Fairest agarraron a Wright y lo tiraron por el balcón mientras Fields se limitaba a observar.
Según la fiscalía, después de la conversación Toohey y Fairest agarraron a Wright y lo tiraron por el balcón mientras Fields se limitaba a observar.
Cuando llegó la policía, los tres se encontraban en el apartamento. Sin embargo, cada uno dio una versión distinta de los hechos, por lo que se comenzó a investigar lo que probablemente había sido un homicidio planeado.
“Lo planearon todo y lo llevaron a cabo” asegura el fiscal Christopher Dane. Pero los acusados se niegan a reconocerse como culpables. Mientras Fields y Fairest han declarado ser inocentes de todas las acusaciones, el abogado de Toohey ha pedido que su cliente no tenga que declarar debido a su discapacidad mental.
En manos del tribunal queda la resolución de uno de los casos más estrambóticos de los últimos años.
Fuente: playgroundmag