No, no estás loco. Hablar solo no solo es síntoma de buena salud sino también de que tu cerebro está funcionando mejor.
Es posible que alguna vez que nos hayamos descubierto hablando con nosotros mismos nos hayamos dicho “estoy hablando solo, me estoy volviendo loco”. Nada más lejos de la realidad. Según una investigación publicada en la revista Quarterly Journal of Experimental Psychology, hablar con uno mismo beneficia el pensamiento y la percepción y aumenta nuestra capacidad intelectual.
Los expertos concluyeron en un experimento con 20 voluntarios que este acto verbal mejora la atención y nos mantiene concentrados a la vez que reduce las distracciones. También nos ayuda a ser más decisivos y a controlar pensamientos y reacciones cognitivas y emocionales, lo que en definitiva, nos sigue ayudando a seguir en foco.