La tensión en el barrio de Rocafonda de Mataró (Maresme) vuelve a estar latente. En esta ocasión, el conflicto no lo ha generado ningún enfrentamiento racial, sino la decisión de la Asociación de Vecinos de Rocafonda de imponer duras exigencias a los vecinos que organizarán una paella popular el próximo domingo.
La asociación exige que a cambio de tramitar los permisos ante el Ayuntamiento, los aderezos del arroz no incluyan el cerdo. Un requerimiento que ha generado una gran polémica entre el vecindario, que finalmente ha decidido cocinar la paella con todos los ingredientes previstos, incluido el cerdo.
Para que los vecinos pudieran acceder a las sillas y mesas que cede el Ayuntamiento, el permiso debía ser tramitado a través de una entidad inscrita en el registro municipal. Así que optaron por pedírselo a la más próxima la AAW de Rocafonda, a pesar de que no existe mucha afinidad “por organizar pocos actos y selectivos”.
Pero lo que podía haber sido un acercamiento entre la asociación y el vecindario, se truncó con la respuesta de la entidad vecinal al emitir un documento con cuatro puntos a cumplir. El más polémico, que “el arroz no llevará ningún tipo de bebida alcohólica, ni tampoco cerdo y derivados” con el pretexto de promover ‘tinos hábitos alimentarios saludables”
Por si no fuera suficiente, la AAW designaría dos personas para vigilar ‘que no hubiera ningún tipo de conflicto” Además, caso de haber beneficios (el plato cuesta cuatro euros) se conmina a que se destinen a financiar actos públicos en el barrio y en ningún caso 1b una entidad de tipo religioso”. En caso de déficit, la asociación matiza que “no se hará cargo’ .
Como era de esperar el vecindario ha reaccionado airadamente ya que *demuestra que se trata de una asociación politizada y jerarquizada, que discrimina a los vecinos y sólo vela por sus propios intereses*. Por ello los organizadores de la paella tiran de ironía y han anunciado que ‘crearemos la Penya del cerdo para organizar los actos que no hace la asociación*.
‘En el barrio, hay población musulmana y nos parecen muy respetables sus creencias, pero si todos los que organizamos comemos cerdo, no veo dónde está el problema. Es una paella de toda la vida, dice uno de los responsables, que consideran lnasumibles* y *ridículos’ los requisaos que la Asociación de Vecinos les imponía, como que dos miembros de la dirección de la entidad se incorporaran a la comisión de la fiesta para que no haya ningún tipo de conflicto entre la preparación del acto y la normativa del Ayuntamiento* o que, de haber beneficios en la venta de ligues, no se destinaran la ninguna entidad de carácter religioso*.
Tan a venir marroquíes seguro y estarán hablando, bailando… Se puede participar, aunque no se coma. Es lo mismo que se ha hecho en otros barrios y, al que no le gusta, está un rato y no comes, resume uno de los promotores de la comida popular, que idearon para suplir la falta de fiesta mayor en Rocafonda. ‘Nos llama la atención que, por cuestiones religiosas, la asociación prohíba el cerdo y el alcohol y luego diga que si hay beneficios no se destine a ninguna asociación religiosa*.
De momento, el permiso se tramitará a través de entidad que regula los Huertos Urbanos en el barrio, que no les ha puesto ningún tipo de problema. Insisten en ‘no querer marginar a nadie y podíamos haber organizado una paella paralela con otros ingredientes, pero no aceptamos chantajes ni imposiciones de dirigentes vecinales politizados’.
Por su parte, un portavoz de la asociación de vecinos, Marc Jiménez, aseguró que la paella popular la entendemos como una provocación’ por el hecho de organizarla un grupo que nunca sha querido colaborar con la entidad’.
En el barrio, detalla ‘existen muchas sensibilidades que debemos respetar’. El también vicepresidente de la AAVV no entiende que su sugerencia imponga nada *sino dar una serie de consejos para garantizar la paz social’.
Fuente: mediterraneodigital