La realidad siempre supera a la ficción.

Creo que ninguna historia incómoda que tengas sobre un pedo podrá superar la de esta mujer no identificada, ocurrida en el Hospital de la Universidad de Medicina de Tokio.

Una investigación en el Hospital Universitario de Tokio ha llegado a la conclusión que, la causa del incendio que arrasó con un quirófano de la sexta planta, fue un pedo que se tiró la paciente durante una operación.

Ocurrió el pasado 15 de abril, cuando se llevaba a cabo una intervención en el útero. Al parecer, el gas de la ventosidad tomó contacto con el láser utilizado por los cirujanos durante la intervención, lo que provocó que se incendiaran las sábanas. La paciente resultó herida de gravedad, según publica Huffington Post.

Posteriormente se comprobó que en el quirófano no había material inflamable y que todos los utensilios funcionaban correctamente.

Nunca una flatulencia estuvo tan cerca de desencadenar una tragedia. Hay pedos que matan. Este (casi) literalmente.

Fuente: mediterraneodigital